La vida. Laberinto de caminos, decisiones, triunfos, meteduras de pata... Día a día luchamos por sobrevivir en este mundo. Día a día personas cambian nuestra perspectiva, nuestra forma de ser, de pensar. Día a día, ayudamos a afrontar problemas. Damos nuestro hombro para que se apoyen en él, damos consejos, a veces buenos, y a veces no tanto; borramos lágrimas, dibujando pequeñas sonrisas de complicidad, salvándoles de su amargura. Pero, ¿y quién salva al héroe?
¿Quién está ahí para secar sus lágrimas? ¿Quién le ayuda a ahogar sus penas? ¿Quién le da fuerzas día a día para seguir ayudando a los demás? ¿Quién le acompaña mientras llora, para después poder curar las heridas?¿Quién la salvará de si misma? ¿Quién está ahí para salvarla cuando esta sola? ¿Quién la acuna cuando está en vela? ¿Quién le dirá que es preciosa cuando más lo necesite? ¿Quién escuchará sus ruegos? ¿Quién salvará al héroe cuando ya haya salvado al mundo?
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