martes, 4 de diciembre de 2012

December.

Llega, llenándonos de frío hasta el recoveco más pequeño de nuestro interior. Y ahí se queda. Provocando escalofríos, poniendo la piel de gallina, temblores, estornudos, mocos y tos.
Pero luego nos trae ese chocolate caliente, esa ducha de la cual no sales hasta que el vaho no te deje ver ni tus pies, esos abrazos, montañas de mantas arropandote, esas sonrisas a dos centímetros de su cara.
Trae consigo las noches heladas llenas de luces, esa ilusión, esa sensación de querer querer.
De querer quererte a ti, seas quien seas, estés donde estés, calentito o esperando ese abrazo que te deshiele; yo seré tu diciembre.

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