martes, 1 de enero de 2013

Hoy vengo a pedir.

Hoy pido por ti, por tu sonrisa, por que alguien sea tan feliz como era yo al verla cada día. Pido por tus ojos, y por la afortunada que consiga conquistarlos como yo conseguí alguna vez. Por tus caricias, tus besos, tus palabras y tus silencios; por todas y cada una de las células de tu cuerpo que permiten que sigas con tu vida a día de hoy. Hoy pido por mi, por cada una de las lágrimas que dejé escapar, por todos los lugares que, sin quererlo, me hacen pensar en ti. Pido fuerzas que me ayuden a olvidarte poco a poco, que cada día me cueste menos sonreír y más pensarte. Pido haber aprendido de todo esto, encontrar a aquel que de verdad me quiera por siempre, que me cuide todos los días, y se enamore de nuevo siempre que me vea. Pido paciencia para poder esperarle sin prisa, recuperarme a mí misma, tal y como era antes de ti. Pido que, la próxima vez que valore la vida de alguien más que la mía, no se aproveche tanto de mi dependencia como tú hiciste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario